Sergi Vendrell García nos deja su opinión sobre la obra Casa de muñecas.
Esta obra nos sitúa en la piel de Nora, la mujer de un empresario que acaba de ascender en su cargo en el banco llamado Torvaldo. Pese a que no son ricos, Torvaldo al igual que el padre de Nora le satisface todos sus caprichos con el fin de que Nora esté siempre contenta. La obra nos envuelve en un proceso evolutivo de los personajes, en el que Torvald se vuelve el hombre dominante en la relación y muestra la clase de persona que es, Nora empieza a someterse al maltrato de Torvald y tendrá que sortear muchos problemas para alejarse de ellos y así lograr hacer plenamente feliz a su marido. Personajes secundarios como Krogstad también nos muestran los dos lados de las personas. Al principio se nos presenta como un ser malvado que la unica intención que tiene es hacer daño a Nora, esta opinión cambia cuando nos desvelan que Torvald es padre y necesita ese trabajo para pagar la manutención de su hijo. Es en la parte final de la obra cuando Nora decide hacer frente a Torvaldo, reflexionar y darse cuenta que todos estos años ha estado manipulada con obsequios por parte de su padre y Torvaldo.
Una obra que nos hace reflexionar sobre el punto de vista que tiene la sociedad sobre estos temas tan delicados, y lo peor es pensar que en la actualidad a cualquier mujer le puede pasar algo similar.
De Quijotes y otros sueños literarios 